sábado, marzo 25, 2017

EL LOBO, EL GRAN PROSCRITO




Todos conocemos a Luis Miguel Domínguez por sus reportajes y programas de la tele, ese naturalista que recuerda en su forma de hablar al gran Félix Rodríguez de la Fuente, por su elocuencia y entusiasmo. Gracias a esa fama, podría vivir cómodamente, pero también ha heredado del maestro Félix su compromiso con la Naturaleza y con una especie animal en particular, el Lobo ibérico, capaz de generar una gran polémica a su alrededor, motivo por el que Luis Miguel ha llegado a recibir amenazas de muerte. Aún así, su valentía y determinación le ha llevado a crear, junto a un grupo de amigos, la asociación “Lobo Marley”, que persigue la inclusión del Canis lupus signatus en el Catálogo de especies estrictamente protegidas en España, como primer paso para conseguir un nuevo modelo de desarrollo rural en toda Europa.

Ciertamente, el lobo no es una especie más, tiene un papel fundamental en los ecosistemas, pero también la facultad de reflejar todas nuestras contradicciones, nuestros miedos, complejos y defectos. Representa el lado más salvaje e indómito de la Naturaleza, es el antepasado del perro que se negó a ser domesticado, no deja de ser paradójico que el pariente más cercano de nuestro mejor amigo haya sido considerado nuestro peor enemigo, el único animal que ha osado desafiar nuestro dominio, nuestro único competidor en los bosques de la vieja y poblada Europa.

Luis Miguel nos contó en la charla que dio en el salón de usos múltiples del Ayuntamiento de Logroño, organizada por “Amigos de la Tierra en La Rioja” ayer 24 de marzo, un hecho que refleja muy bien lo especial y desconcertante que es este gran superpredador que, normalmente, vive en manadas y ahuya, pero que también es capaz de pasar totalmente desapercibido durante años, incluso criando no muy lejos de nuestras casas.

El lobo es el incómodo pepito grillo que se esconde en el lado más profundo y ancestral de nuestra mente, recordándonos con su mera presencia lo mal que estamos ejerciendo nuestro papel dominante en la Naturaleza, lo ineficiente e injusto del sistema que hemos creado, no sólo para el medio ambiente y el resto de los seres vivos, sino para con nuestros propios congéneres, recordemos la famosa alocución latina “Homo homini lupus” (el hombre es el lobo del hombre).

El lobo es un animal polémico que consigue exacerbar nuestras tensiones y la división existente entre el mundo rural y el mundo urbano. Luis Miguel nos abre los ojos en este sentido y nos muestra lo envenenado, interesado y negativo que es ese cisma artificial creado entre la ciudad y el campo, entre el valle agrícola e industrial versus la sierra silvestre y ganadera. No amigos y amigas! No debemos caer en esa trampa! El lobo representa a Iberia entera, es un tesoro natural que trasciende a todas nuestras luchas rastreras entre torpes miopes y a todos nuestros conflictos de intereses egoistas y a corto plazo.

Preguntado sobre si no cree que se debe realizar cierto control poblacional del lobo, Luis Miguel explicó que la eliminación de los individuos alfa puede desestructurar las manada y producir el efecto inverso al pretendido incrementando el número de ataques y daños al ganado doméstico. El lobo no mata ovejas todos los días, el “ánima”, el alma de este animal le impulsa a desarrollar su potencial, a ejercitar plenamente sus facultades lobunas, necesita cazar presas silvestres en equipo, superar retos dignos de su estatus de gran superpredador.

La presa ideal del lobo es el corzo, si comparamos el mapa de distribución de ambas especies comprobaremos que prácticamente se superponen. El desarrollo experimentado durante las últimas décadas de las poblaciones de caza mayor es lo que ha propiciado la recuperación y expansión del lobo, que estuvo al borde de la extinción en los años 70, refugiado en la frontera entre Zamora y Portugal, por lo que actualmente es una especie frágil genéticamente y, por lo tanto, vulnerable y amenazada.

El lobo estructura el territorio simplemente con su presencia, con estar, no necesita cazar ni matar, basta con que asome sus orejas por encima de una loma para que el resto de la fauna sepa a que atenerse.

Aprendamos del lobo a saber estar en la Naturaleza, no hace falta preocuparse tanto ni hacer tantas cosas, basta con integrarse, basta con SER Naturaleza. Está claro que el lobo ES Naturaleza, dejémosle entonces ESTAR.

No hagamos cosas raras difíciles de explicar a la Unión Europea, el lobo está estrictamente protegido en Portugal y no se ha hundido el mundo ni desaparecido la actividad ganadera, recibiendo ayudas europeas para ello, por lo que lo lógico, razonable y natural es que también esté protegido en toda España, para que toda la Península Ibérica pueda beneficiarse de la existencia de esta joya única y exclusiva de nuestra tierra, Canis lupus signatus, la especie más emblemática junto con el Lince (Lynx pardinus).

Resuena en el sombrero: “Will the wolf survive?”.- Los Lobos (Los Ángeles (USA), 1985).