lunes, enero 27, 2014

INVIERNO SIN NIEVE








Lo normal para estas fechas hubiese sido que la Sierra de Cameros durmiese bajo un manto de, al menos, medio metro de nieve, pero no, en su lugar, una fina lluvia era arrastrada por el fuerte viento, lo que incrementaba la sensación de frío, si bien no tanto como el que cabría esperar, lo cual ha propiciado que la actividad fúngica sea mayor de lo habitual.
Sobre los restos leñosos de las escobas (Genista florida y Cytisus scoparius) las lozanas Flammulinas (fennae y velutipes 3ª foto) cubren sus esbeltos pies con gruesos leotardos de terciopelo, para abrigarse del viento helador del páramo.
En el valle, al resguardo del pequeño hoyo que forma una turbera, desde la rama de un sauce, un Pleorotus ostreatus (2ª foto) saca su carnosa lengua, que parece querer lamer la miel gelatinosa que la Exidia recisa (1ª foto) hace que exude esa misma rama, como producto de la descomposición de la madera.
Esta prolongación de la actividad descomponedora de los hongos lignícolas puede contribuir a una disminución de los combustibles leñosos, el próximo verano ¡No hay mal que por bien no venga! Si bien el refrán es muy claro al respecto: “Año de nieves, año de bienes”.
Sobre los restos de una rama de haya, tirada entre la hojarasca del suelo, un bello liquen del género Cladonia (4ª foto) proclama a los cuatro vientos con sus silenciosas trompetas, la tibieza de este invierno tan benigno en el que la nieve brilla por su ausencia.
Los insectos también lo celebran y pueden verse efímeras, escarabajos, orugas y polillas dándose un paseo anticipado, a finales de enero!
Todavía queda mucho invierno por delante, ya veremos lo que sucede. En cualquier caso, yo ya tengo preparado el anticongelante (5ª foto: Patxarán).
Todas las fotos by Mad Hatter, excepto la 3ª de Flammulina velutipes.

Resuena en el sombrero: “The Mushroom Hill”.- Plasticland (Milwaukee (Wisconsin), 1984).
 

No hay comentarios: