Esta madrugada me he sentido como un capullo ¡Ejem! Me explico: Arropado y envuelto entre sábanas y mantas, me he sentido como si fuese la crisálida de un insecto hibernando a la espera de la llegada de la primavera, recomponiendo mis tejidos internos en el seno de una sopa caótica de la que resurgirá una esplendorosa mariposa, luciendo sus mejores galas, como alguna de las actrices que posaron anoche en el “photocall” de los premios Goya, girándose seductoras para mostrar su espalda desnuda; o encaramado en unas gigantescas plataformas de purpurina, como las “drag queen” que, también hace poco, animaron los carnavales de Gran Canaria.
Noche kafkiana, sin duda, en la que recordé que hace un par de meses había guardado en una pequeña caja de cartón, una regordeta oruga (1ª foto) que salía de entre las hierbas del jardín, donde había permanecido escondida y bien mimetizada gracias a su bello color verde esmeralda.
Al despertar, corrí hacia el cajón donde había guardado la caja, la abrí y me encontré con la polilla que veis en la tercera foto. Se trata de un bello noctúido (Phlogophora meticulosa) de tonos tostados y ocres, con los que se mimetiza a la perfección entre las cortezas de los árboles, en cuyos intersticios descansa durante el día.
¿Por qué hay gente a la que le gusta pasar desapercibida, mimetizada entre la multitud, mientras que otras disfrutan exhibiéndose ante todos sin ningún pudor?
También las hay que son tímidas orugas de día y descaradas mariposas de noche.
En todos los casos, el ritual suele estar precedido de ciertos prolegómenos ejecutados con gran parsimonia y meticulosidad.
Primero asomo una pata, luego una ligera sacudida de todo mi cuerpo, seguido de un prolongado estiramiento y de un profundo bostezo… ¡Aaaaaaaiggggsssssh, pero qué bicho estoy hecho!
Resuena en el sombrero: “Fade into you”.- Buffetlibre con Micah P. Hinson (Barcelona, 2013).
3ª foto by Mad Hatter.
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